Si estás de paso por la capital de Perú, uno de los lugares que no puedes dejar de visitar es el Centro Histórico de Lima; pasear por sus alrededores es realmente un deleite a la vista, te encontrarás con sus edificios más representativos como el Palacio de Gobierno, la Catedral de Lima, el Palacio Arzobispal, el Palacio Municipal, La Estación de los Desamparados, Casonas Republicanas, Balcones coloniales, el Complejo Monumental de San Francisco y muchos otros más. Y me voy a detener en este último, una de las iglesias más bellas y emblemáticas de Lima que llama la atención por su inconfundible y llamativo color amarillo de su fachada barroca. Tomé un City Tour clásico de Lima hace poco que incluía el ingreso al Convento de San Francisco o también llamada Iglesia de San Francisco; una visita bastante interesante no solo por su Biblioteca que alberga en promedio 25,000 ejemplares hechos en su mayoría con pieles de animales y conservados en muy buen estado, dentro de ellos algunos tomos del primer Diccionario editado por la Real Academia de la Lengua Española- dicho sea de paso es considerada la más antigua de latinoamérica – sino sobre todo por sus Catacumbas, una serie de galerías subterráneas con techos abovedados y planos unidos por pasajes y arcos de medio punto que servían de cementerio para los antiguos habitantes de Lima en la época de la colonia (hasta principios del siglo XIX) y que albergó más de 20,000 personas. En ese entonces tenían la creencia de que al ser enterrados debajo de una iglesia estarían más cerca al cielo al momento de su muerte es por ello que el costo era elevado y solo las personas adineradas podían tener acceso a un entierro en las criptas o Catacumbas de San Francisco. A lo largo del recorrido se pueden observar sepulcros rectangulares contiguos donde antiguamente eran colocados los féretros unos sobre otros separados por capas de tierra y cal viva, además de pozos de 10 metros de profundidad llenos de cráneos, fémures, tibias y otras partes de cuerpos que han sido ordenados y organizados para hacer más “agradable” o atractivo el recorrido, y es que realmente es lo que más llama la atención a los visitantes (claro, si no son personas sensibles). Se dice además que existen pasajes secretos que conectarían con el Palacio de Gobierno y la Estación de Desamparados. Les dejo una nota que fue publicada allá por los años 1910 por la Revista Variedades que habla un poco del tema. Hasta pronto!! Información adicional:
Dariela C.
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